domingo, 25 de octubre de 2009

DE DOS MANERAS

DE DOS MANERAS

I
Calaveramente este amor se me instaló.
Amo lo que arde:
la rama quebrada del árbol,
el hueco por el que muere el mundo,
la razón infame que arrastra el sentimiento.

Amo, aunque amar en este tiempo idiota
no sirva de nada.
amando se le pudren a uno los pelos,
las ganas se derrumban
Y el amor no llega porque el camino es negro.

II
Demencialmente este odio se me enredó.
Aborrezco la azul pasma de las cosas,
el sueño eterno del que pende una amenaza
nada nace, nada muere,
todo se queda en muñón.


Odiar es enfurecerlo todo con la cara del vómito,
curar la vida de tanto dulce inútil.

(Eva Sabina)

viernes, 23 de octubre de 2009

CREDO

CREDO

Me he repetido hasta el cansancio en estas palabras:
salvación de sal, inocuo vértice de cataclismo constante.
me he abierto el otoño y algunos días,
nada encuentro, hueca la virtud, páramo de astillas.

Desolación constante.
No todas las tristezas son iguales:
unas tienen formas perfectas, otras salen prematuras,
se pudren a la mitad del camino.
Mi tristeza tiene chuecos los abismos,
pálida migaja que da tumbos en la frente.

Me adentro en la profunda conspiración contra mi yo,
emblandezco mis venas,
líquida fluyo por veredas inciertas.
Capitulo aquí, hoy es la hora.

(Eva Sabina)

ME DUELE LA CABEZA, UNA MUELA Y LA PANZA...

Me duele la cabeza, una muela y la panza
el dolor retuerce al fierro más fuerte.
Quiero revolcarme en el suelo y golpearme en las palabras,
que salga una más grave que el dolor, una más enferma,
una que sangre y vomite, que quite de la memoria
esta sensación de morirse y arrastrarse luego.

Saltó de mi ojo mórbido la palabra vida, esa que desangra lo que toca,
espanta y enferma de muerte lenta.
Pienso en la vida como un enorme hospital negro
donde todos agonizamos de verdad y nadie termina de morir.

Me duele la cabeza, una muela y la panza.
Hay dolores triviales que esconden miserias.

(Eva Sabina)

YO NO SÉ DE ESTAS COSAS...

I

Yo no sé de estas cosas:
niños moqueando,
manos sucias,
ropa quemada por el sol.

Yo no sé de mis penas atestadas de pretextos,
mi llanto en las avenidas principales y no.
Yo no sé de elefantes rosas,
camellos que mueren de sed en el mar muerto.
Yo no sé porqué trepida el frío que se hace entre dos cuerpos.

Yo no sé porqué las mujeres mueven los dedos
como si con ellos humedecieran esta vida seca.

Yo no sé de esas cosas,
una cree que nada sabe
hasta que un puñal, una piedra y una soga
proyectan su mano sobre esta pretendida sin razón.
Entonces, una precisa saber algo.

II

Sé que una sabe cosas diminutas, cosas grandes, cosas.
Sé de la caricia que unas manos tibias dejan en el rostro,
sé que mi salvación no está en el caldero de nadie,
sé que me busco en lugares equivocados,
sé que tú vuelas sobre cielos de letras altas,
plumas de hombres muertos que te darán la entrada a la gloria.

Yo me volví terrestre, pulí mi mirada hasta hacerla exacta,
sé que un puñal,
una piedra
y una soga
no esconden respuestas.

(Eva Sabina)

CAMBIO DE ESTACIÓN

CAMBIO DE ESTACIÓN

Bajo el brillo de mis ojos se esconden los gusanos,
bajo los gusanos se esconde el mundo, el aire,
la enumeración de atributos que hacen de la realidad la más
despiadada mujer.

El viento resbala de las hojas
(Una hoja enamorada es un árbol perdido)
la fauna inverosímil es el único testigo del milagro

insectos: vuelo interrumpido de alas desgarradas.

Camina el brillo de mis ojos por el mundo subterráneo
somos itinerarios escritos en la humedad de la tierra

me estoy perdiendo, soy menos que una luz.
ya nada brilla.

aquí abajo se está mejor. Los animales son rutas altas,
no es cierto que todo es verde, también hay mar y cocodrilos
barcos dirigidos por libélulas arrogantes.

Encuentro un ojo perdido, gris de tanta luz.
Habla el sol en verdad de tan verde que es
un pedazo de mundo se asoma tembloroso.

Ojos no quiere mundo,
brillo gusano

realidad fantasmagórica, ciega por tanta tierra.

Es posible sucumbir a lo profundo,
grillos azules mandan mensajes de oscuridad.

Separo mis ojos, ya no son dos, son uno aquí y otro lejos,
así se ve mejor.

Te brillo el camino si me enseñas a leer tierra.

El mundo se está saliendo por un ojo
¡rápido los ojos se están deshojando!
Hay cambio de estación.

(Eva Sabina)

ALGO APARECE, GOLPEA Y SE VA

ALGO APARECE, GOLPEA Y SE VA

No es la espera lo que intimida,
es la llamada negra de un cielo abierto
que no cesa de llover gusanos.
Todo lo veo como reptil que arrastra las uñas,
con los ojos de polvo, con la cara oculta en la lengua.

Días doloridos tendidos en la azotea de mis recuerdos,
viento atorado en los zapatos.
Reloj,
Reloj,
el tiempo.
Este cielo de laberinto nos encierra,
nos vomita como claveles abandonados.

Nada fermentada, horas detenidas.
Raspo mis ojos con la piedra de mi suerte,
sale a mi encuentro la hebra delegadísima de mis esperas,
la errancia de mi yo separado.

Algo aparece, golpea y se va.

En el fondo no hay misterio, ciega mujer desvalijada:
la realidad son tus trizas, tus cuchillos,
no tu sangre ni tu herida.

(Eva Sabina)

sábado, 10 de octubre de 2009

SUBTERRÁNEO

SUBTERRÁNEO

Esta puta desgracia me ha traído hasta aquí.

Tanto desgreñarse,
llorar hasta que las lágrimas cuezan los riñones en sal.
No tengo más dulzura:
me volví errante,
sólo lupanares me esperan, soy la desterrada.

Mi palabra no acaricia, no da tregua;
corre, brama.
Gime la palabra,
lengua de Dios que infecta.

Sentada sobre mis ideas, con los ojos llenos de insomnio
pienso, repienso, saco respuestas a la fuerza;
sale el aire, la nada fermentada.

Esta ponzoña me ha hecho flaca de ganas,
diminuta de palabras pequeñas que pellizcan la carne,
adentro se hacen grandes, asesinas de mí.

Acontezco porque todo transcurre, no hay quién contenga el tiempo.
Venero dudas,
son las que alimentan estas recuas salvajes que tiran de la memoria.

Mi tristeza se hace larga, estira la lengua
me escupe
ensaliva la vergüenza, mar espeso que no ahoga.

No tengo fe en mi fe.

(Eva Sabina)